Esta Asociación No Gubernamental se congratula por la decisión del movimiento antinuclear y lo considera un ejemplo que deberían seguir las demás centrales del Estado.

Ecologistas en Acción considera que Garoña, la central nuclear más antigua e insegura del Estado español y gemela de uno de los reactores de Fukushima, debería ser cerrada de inmediato. En todo caso, su apagón en julio de 2013 es una buena noticia que ha sido también provocada por los esfuerzos del movimiento antinuclear a la hora de exponer los riesgos de esta energía.
Según esta organización, la decisión de Nuclenor podría además obedecer a cuestiones económicas. Es muy cuestionable que los 120 millones de euros que la empresa concesionaria habría tenido que invertir para permanecer abierta hasta 2019 hubieran podido ser amortizados con los beneficios anuales, incluso antes de la subida de impuestos que el gobierno se plantea con la reforma del sistema eléctrico.
Continúan comentando, desde Ecologistas en Acción que esto demuestra que la energía nuclear no es tan barata como pretenden hacer creer los defensores de la misma. De hecho, aseguran que si la industria nuclear tuviera que pagar todos los gastos, como la gestión de los residuos, un seguro que cubriese los accidentes nucleares o los costes sociales y medioambientales derivados, ninguna central sería rentable.

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